Una de las complicaciones más frecuentes que ocurren en cirugía abdominal son las dehiscencias, lesiones que se definen como la rotura parcial o total de cualquiera de las capas de la herida quirúrgica.
Entre uno de los factores locales de riesgo para las deshicencias se encuentra la presión intraabdominal causada por obesidad, como es el caso que nos ocupa. Además en los últimos con la edad avanzada, la producción endógena de colágeno se reduce, lo que en personas de edad avanzada la cicatrización se ve enlentecida.
Paciente de 78 años con antecedentes de HTA, obesidad, EPOC, cáncer epidermoide de pulmón, cardiopatía isquémica, exfumador e insuficiencia renal crónica. Es intervenido de forma urgente con diagnóstico de obstrucción intestinal el 14-01-2011 y diez días después aparece una dehiscencia abdominal de la herida quirúrgica. Desde entonces la evolución es tórpida y obliga a permanecer ingresado al paciente por falta de resolución del problema.
Una vez aparecida la dehiscencia se comienzan curas con pomadas, miel, apósitos de plata y diferentes tratamientos sin conseguir evolución.
El 17-02-2011, tras 20 días de la aparición de la dehiscencia, se realiza el primer injerto por parte de cirugía plástica. Éste es rechazado y el 01-03-2011 se realiza el segundo injerto, el cual también provoca rechazo. El paciente recibe el alta hospitalaria el día 29-03-2011.
Hasta este momento el paciente ha estado ingresado 2 meses en el hospital por una dehiscencia abdominal, realizándose dos injertos sin éxito.
A partir del día 5-04-2011 se comienzan a practicar curas ambulatorias en el servicio. En este momento la herida presenta un lecho granulado, sin infección. Se comienza tratamiento con colágeno en polvo (CATRIX®), que acelera el proceso biológico de cicatrización, pues acelera la formación de tejido de granulación y la epitelización de la lesión. Muy pronto se constata que debido a la cura en ambiente húmedo y colágeno en polvo, comienza a aparecer una piel más firme y desaparece el queloide inicial. Como apósito secundario se aplica un hidrocelular con adhesivo y se realizan cambios 2 veces a la semana, según niveles de exudado, durante las 6 primeras semanas. A partir de ahí se realiza una cura semanal hasta cicatrización.
En un mes, la herida ya aparece lineal, sin queloides y en proceso de cicatriación.
En 3 meses se consigue prácticamente la epitelización total de la zona inferior de la herida, cicatrizando totalmente en 3 meses y medio.
La edad del paciente y la tensión de los bordes se han convertido en las barreras más importantes para impedir la cicatrización total de la herida en un tiempo esperado.
El aplicar colágeno en polvo (CATRIX) ha hecho que ayudemos a la herida en su proceso fisiológico, aportándose ese colágeno endógeno del que había carencia.
Los profesionales sanitarios destacan que la nueva piel epitelizada es consistente y elástica.
Al elegir este tipo de producto hemos conseguido disminuir el tiempo de estancia hospitalaria, evitar un tercer injerto , convirtiéndose en este caso, un producto coste-efectivo.
Leticia Muñoz
Doctora por la universidad Complutense de Madrid. Especialista clínico en la línea de curación de heridas de Smith&Nephew. Máster en investigación en cuidados. Experto en cuidados de heridas.
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